sábado, 7 de abril de 2018

Un cumpleaños mañanero que terminó en casi desayuno

...lo vais a tener que leer todo para saber el final de esta historia. Una historia que escribo animado por gente que se nombra a lo largo de la misma y en redes sociales y que también tiene una explicación. Con ello aprovecho dos cosas, mato a dos pájaros de un tiro:
  • No es la primera vez que hablo de una de mis tournes cerveceras pero de eso hace mucho tiempo, años..., y como este blog se llama, según su URL, 'Mis aventuras cerveceras', me viene al pelo contar esta vivencia sabatina.
  • Más tiempo aún hace que no escribo sobre los locales cerveceros de Madrid. Hace años por publicar una entrada de un local me tildaron de no ser nada imparcial con respecto a los locales madrileños. Es mi blog y puedo escribir lo que quiera pero decidí parar de escribir de los locales cerveceros de Madrid por esa razón. Prefiero hacerlo de las ciudades a las que voy de 'japoneseo'. Y que conste que me encantaría igual que tengo un monográfico de París, Kaunas y otras, lo haría encantando de Madrid... en esta entrada algo habrá y no es descartable del todo ya puestos.
Pero bueno que me enredo. Vamos allá...

Ese sábado, 17 de marzo, decidí asistir al cumpleños de David Mateo gracias a la invitación de Israel López. El lugar era el Labirratorium (C/ Vallehermoso, 34): una tienda referente en Madrid. La cerveza a cargo del anfitrión: la Laugar Amarauna. De todos modos y para empezar prefiero probar una de sus cervezas que tienen pinchadas en los seis grifos disponibles. Dudo entre la que está dsponible en el grifo 1 y la Magic Rock Saucery, me decanto por ésta última.

Bajo a la planta baja de Labirratorium y me encuentro con muy buena gente, abrazos a los presentes y sobre todo al cumpleañero por su onomástica y por su vuelta a tierras cristianas (aunque tenga que volver y es que no me olvido de mi cerveza iraní y emiratí...). Aparte de los arriba mencinados tambien Nacho, David Gago, Rafa y Jorge los primigenios 'Como la Birra Misma', Gonzalo Pérez,... otra gente del mundillo. Se acababa de realizar el examen BJCP y cuando Gonzalo me muestra los estilos de las cervezas que había puesto para escudriñar pienso... ¡que mamonazo!. Todas lager menos dos (quizás una), una Guinness simulando una Schwarzbier, ufff. 

Comentando la jugada, o mejor dicho, la jugarreta empiezan a caer las pintas, de Amarauna, claro. ¿Tres?, quizás fueran cuatro. Previamente había caído media de la Haandbryggeriet / Cervisiam Hop Tweak #1 y para no ir cojo también me tomo la Amudsen Bourbon BA Pecan Psychosis y la Dark Horse Scotty Karate Scotch Ale - Bourbon Barrel Aged. Todas ellas maridadas con un buen queso que me dijeron el nombre pero que ya no me acuerdo [empezamos: primera laguna mental]. A todo esto habían llegado Jorge Solana al que di un abrazo que me dolió hasta a mi, Víctor Álvarez, Fernando Sánchez. Para comer me alío con éste último y nos vamos al cercano Mercado de Vallehermoso a comer un bocadillo excelentemente sobrecargado de pastrami en el Craft 69. Acompañado de una Dark Horse Crooked Tree. También un pequeño trago de la Cuernos D Pez Hidra Inmunda. Ni que al pelo...

Para terminar la jornada, ya media tarde, en Labirratorium hago una compra de lo que viene siendo habitual en estos casos: una caja de cerveza variada que recogería en el transcurso de la semana entrante; y es que siempre que voy cae como mínimo... eso: una caja.

De allí vamos al cercano Madrid Tap Room (C/ Guzmán el Bueno, 54). Hacía meses que no volvía por este sitio y me gradó enormemente regresar de nuevo. Mucha más variedad de cerveza, en buenas condiciones y con buen ambiente. Allí caen de una sentada la Salopian Lux Nova, Salopian Kashmir, la colaboración HaandBryggeriet / Stone / BrewDog Inferno, la Wylam / Hawkshead Pleasures In The Darkness y la Prairie No Chill. Eso sí, que nadie se asuste, gracias a los beer-flights disponibles que permiten hacer 4 ticks en poco tiempo aunque al final uno se acabe bebiendo unos tres cuartos de litro en en total..., más lo que me cedió Jorge S. al tenerse que retirar

Ya salgo de allí pandereta y nos vamos al The Beer Garden Tap Room Saloon. El ir andando desde el Tap Room and Beer Garden se agradece sobremanera. Me siento no como nuevo pero sí más despejado a medida que nos vamos acercando a nuestro destino. Íbamos ¿Nacho y Fernando?, [segunda laguna mental], Víctor y yo; quizás me queda alguno. El resto por otros medios motorizados.

Haciendo el ganso
Puertas del Beer Garden
El Beer Garden (C/ Juan de Austria, 23) es uno de los nuevos locales que se han sumado al panorama cervecero de la capital. Al frente está Guillermo que cuenta con una gran experiencia en el sector al haber estado regentando anteriormente su propia tienda con el mismo nombre en Cardenal Cisneros. La pizarra como es de esperar es muy selecta en la que se encuentran algunas cervezas en las que él ha tenido parte activa. Como ya las había probado y buscando otra cerveza nueva que llevarme a la boca me tomo una.... [tercera laguna mental].

Además pruebo un tasting de una lambic, diria que era una kriek; el nombre, y eso que tuve la botella en mis manos varios segundos, ni me acuerdo [cuarta laguna mental]. Las botellas se suceden y pruebo un hidromiel, el B. Nektar Kill all the Golfers; tuve que sacar una foto para acordarme, lo confieso. Empiezo a entamblar una conversación con un italiano que me invita a probar una copa de vino, quizás fuera Montilla... [quinta laguna mental]; estaba muy bueno, eso sí.

Víctor y sus donetes.
Hay otra foro pero esta
me parece más acorde...
¿o quizás la otra menos acorde?
A todo esto había llegado Nacho, por lo que deduzco que fue Fernando uno de ellos con los que me dirigí al Beer Garden y no Nacho en referencia a mi segunda laguna mental comentada más arriba. ¿O quizás no fuera Fernando?, bufff. Precisamente Fernando se encargó de amenizar la estancia en el local pinchando buena música pero que yo escuchaba interrumpidamente por lo que viene ahora. A Victor le tuvimos que sentar en la puerta del Beer Garden, por el lado de la calle. Con una melopea de campeonato lo que había que hacer era despejarle. Así, cual vieja que se pone en los portales de las casas de los pueblos le tenemos allí, sentado en una silla, con varios de nosotros acompañándole en coordinados relevos que ni el equipo olímpico de 4x100 de Jamaica. Se le compran unos Donettes para amortiguar el impacto de la cerveza en el estómago, le pasamos dentro del local, me pongo a atusarle la barba yo pensando en cuándo mi perilla puede alcanzar semajante longitud, me mira con cara de estupefacto y yo diría que pensando sobre mi "¿qué coño hace este gilipuertas atusándome la barba?", se le da agua, veo abrazarse a la gente con él, él con la gente, yo con él, él conmigo, veo sentimientos a flor de piel...

Fernando pinchando música
Va por ustedes!
Por su bien se le contrata un Cabify que le lleve a casa. La recuperación fue buena, al día siguiente ya se le vio por las redes sociales. Otra de las botellas que cayó fue la Port Brewing Older Viscosity. Muy buena. Mi turno para la botella a compartir con unas cinco o seis copas, le digo a Guillermo que me lleve a las catacumbas para que pueda elegir. Bajamos a la planta de abajo, que sirve de almacén y tras enseñarme tres o cuatro botellas me decido por la Clown Shoes Blaecorn Unidragon. Pepinazo.

Terminamos la estancia allí y nos dirigimos, esta vez en Cabify, al Brew Wild Pizza Bar (C/ Echegaray, 23). Un local que en poco tiempo, no lleva ni un año, se ha convertido en todo un referente y sitio de paso obligado. Como cualquier otro sábado hay varios grupos de gente fuera, fumando y charlando; señal casi inequívoca que dentro está a tope. Así fue. Tras escudriñar un poco la pizarra me decido por otro beer-flight, a saber: la Porterhouse Dublin Pale, la Hi-Wire Strongman Coffee Milk Stout, la ART 9 / Browar Stu Mostów / Bristol Brewing Oatmel Hoptart y... [sexta laguna mental... y 1000 neuronas menos]. Pocas veces bebo cerveza con desgana pero esta fue una de ellas si no fuera por la polaca, la cual me gustó bastante. Reunidos en una mesa redonda en la planta baja del local disfrutamos de las cervezas, unos más y otros menos como ya he comentado antes. No sé qué hora sería pero había que retirarse y muchas de las veces más vale una retirada a tiempo...

Al rato despues de pagar mi tasting me veo fuera del local con los pocos que quedábamos, era pronto, ¡ojo!, pero es que la cosa engaña. Estar bebiendo desde las 13:30 hasta las 00:00 (que serían) hace estragos. Tocan despedidas de la gente con el pensamiento de coger el metro. Estaba yo sobón (previamente barba de Victor) y dos veces que nos abrazamos Israel y yo como de despedida termino ese abrazo frotándole su cuero (des)cabulludo; quizás yo pensando que podría hacer lo mismo... para lo que me queda.... No sé de quién más me despedí y ni siquiera si lo hice [séptima laguna mental].

A partir de aquí se me hace todo dificilíiiisimo que recordar...

Sé que me monto en el metro en Antón Martín, más que nada por que es la más cercana y no me veo yo bajando la C/ Huertas y posterior Pº de Recoletos para montarme en Atocha. Recuerdo ir en metro de pie, casi mejor ya que si me hubiera sentado habría caido la posibilidad de quedarme sobado y aparecer en algún aparcadero del metro... Me bajo en mi parada, esta vez Sierra de Guadalupe, que es donde tengo el coche aparcado. No es que sea mi parada más cercana pero si en alguna de estas salidas en vez de volver en metro vuelvo en búho este sitio sí que es un punto de interconexión de metro-búho. En coche tengo diez minutos hasta casa, podrian ser las 00:30. Me acuerdo de recordar dónde tenía el Astra aparcado pero no me acuerdo de maniobrar para sacarlo, ni de hacer una pirula haciendo un cambio de sentido para poner rumbo a casa  [octava laguna mental]. Sí me acuerdo de meter el coche en el garage y de saludar al conserge al pasar yo dentro del mismo y él en la garita. 

Rampa para abajo, paso entre dos columnas que delimitan dos plazas de garage. Otra rampa hacia abajo; giro de 90 grados a la derecha pasando entre tres columnas; giro a la izquierda con una columna a mi lado y una pared a la derecha; otro giro a la izquierda con otras dos columnas; todo recto y otro a la izquierda con otra columna a mi lado y otra pared; otra rampa hacia abajo y paso por entre otras tres columnas haciendo a la vez un giro a la izquierda;... Muchas columnas tiene el garage y creo que se apartan de mi al pasar. Al llegar a la altura de mi plaza maniobra para marcha atrás y llegué, serían las 00:45. A todo esto, de estas maniobras no me acuerdo, no sólo ahora ni tan siquiera el día posterior [novena múltiple laguna mental  y otras 5000 neuronas menos].

Y llegué... y hasta ahí. Creo ver al conserge en una de sus rondas por el garage a lo largo de la noche. ¿Hora? ni idea; pero si recuerdo levantar la mano o al menos hacer el ademán de saludarle como diciendo que "todo va bien"... o al menos "no está la cosa del todo mal" [décima laguna mental]. Me despierto, "vaya cabezadita que he tenido". Miro el reloj... OSTRAS!!! las 06:30. Ascensor y a la cama a seguir durmiendo. Toca recoger los trastos y ese era yo...

Al día siguiente con dolor en todo el cuerpo y cierto malestar lo paso a duras penas. Estoy una miajita menos que muerto... pero que me quiten lo bailao. Hasta la siguiente.

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